Piscinas: 16 duchas de jardín para acompañarlas

Vanesa Matesanz Vanesa Matesanz
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Cuando tenemos piscina en el jardín de nuestra casa, es fundamental que a su lado le acompañe una ducha. ¿Por qué? Por higiene, sobre todo. Aunque también por comodidad. No siempre nos apetece zambullirnos en la piscina de golpe y pero con una duchita previa estamos más que preparados.

Además, como decíamos, la higiene es también muy importante: las cremas, los aceites, el sudor… todo eso se acumula en nuestra piel y termina en la piscina cuando nos metemos al agua. Un poco desagradable, la verdad. 

Pero la ducha de piscina puede ser mucho más que un simple palo. Por eso hoy te ofrecemos 16 ejemplos, 16 ideas inspiradoras llenas de consejos para que lo sepas todo acerca de este elemento tan menospreciado, pero tan importante.

1. Elegir la mejor ubicación para la ducha

Lo primero a considerar es que hay que tener una base, una toma de agua y un drenaje. Además, si quieres, es recomendable tener una protección o separación del resto del espacio del jardín. Lo ideal es que su ubique junto a la piscina para evitar tener que caminar mucho antes del llegar al agua y terminar arrastrando tierra y suciedad que se adhiere más fácil en la piel húmeda.

Si por logística de la toma de agua y desagüe no puedes colocar la ducha junto a la piscina, considera construir un caminito antideslizante que las conecte. ¿Tienes ya claro dónde la colocarías?

2. Prefabricadas

Hay duchas, como las de esta imagen, que no necesitan nada más que una acometida de agua y un punto de descarga de esas aguas. Normalmente suelen ser cerradas, por lo que no armonizarían muy bien en un jardín exterior y serían perfectas para una piscina cubierta o para una zona de vestuarios o algo similar. Son funcionales y cómodas.

3. Camino de la ducha a la piscina

También es recomendable colocar un caminito o sendero que vaya de la ducha a la piscina. Servirá para que en ese tramo resbale todo el aceite o crema bronceadora, para que tus pies vayan limpios hasta la piscina sin tener que pisar el césped, etc. Además hará más completo el diseño de tu jardín y lo revalorizará.

4. Pasos para su construcción

El sitio en el que la coloquemos debe estar cerca de una tubería de drenaje de aguas servidas, parte fundamental de la construcción. Busca esa tubería y asegúrate de que hay pendiente suficiente para que baje el agua de la ducha hacia allí.

5. Preparación del suelo

Primero debes preparar el espacio donde irá la ducha en el suelo de tu jardín. Por ello, debes excavar un área de al menos 1 metro cuadrado y limpiarla de toda la yerba y las raíces que encuentres, para que tenga una buena base. 

Posteriormente coloca gravilla en la zona despejada, nivélala y coloca sobre ella una mezcla de cemento, cerámica antideslizante o piedra. 

6. ¡Precaución con el drenaje!

Al colocar el cemento del que hablábamos en la foto anterior, debes tener muchísimo cuidado para que el drenaje de agua no se tape. Para ello, coloca una rejilla con trampa de arena, que es fácil de limpiar. Deberás hacerlo a menudo para que no se llene de porquería que la obstruya.

7. Bajo el techo

Si tienes porche grande o una parte de un techo de la terraza sin ninguna utilidad, es un buen espacio para colocar allí tu ducha. Queda muy original y funcional.

Aprovecha especialmente las zonas en las que no corre mucho el viento y con alguna pared cercana para poner una serie de perchas o un toallero.

8. Duchas en suelos de madera

Lo mejor es que en la zona de la ducha este tipo de suelo esté un poco más bajo que el suelo de alrededor de la piscina, y que tenga su drenaje independiente para evitar que el agua caiga dentro.

Además, se suele colocar madera específica para este área, tratada para soportar la humedad. Se coloca con cierta separación, entre baldas y área de drenaje, lo que nos permite ver obstrucciones bajo el suelo. Sin embargo, la separación entre baldas no debe ser muy acusada para evitar accidentes al andar descalzos en el área, y por el mismo motivo, debemos revisar con frecuencia que la madera no se esté astillando, de ser así, es importante sanearla.

Más inspiración en: 10 espectaculares piscinas que te refrescarán la pupila. 

9. En el extremo del terreno

Una ducha colocada en la pared o muro que linda con el exterior, si además está pegada a la piscina, es siempre una buena alternativa. Esta opción es válida para propuestas de diseño en la que se busca que la ducha pase lo más desapercibida posible o que encaje con algunos elementos de la construcción (como la columna y drenaje en la imagen).

10. Un poco de privacidad

Muchas veces se echa de menos la privacidad en las duchas de exterior y eso nos hace cortarnos a la hora de lavar nuestro cuerpo debidamente antes de entrar o al salir de la piscina. Por este motivo, las duchas con paredes son la alternativa perfecta para ofrecer un poco de intimidad y para resguardar este rincón del aire, además, se puede jugar con diversos diseños para que encaje con la propuesta estilística de nuestro hogar.

Este modelo en piedra natural es de los más bonitos de toda la lista. Las paredes de piedra son prácticas porque son resistentes a la humedad y de fácil mantenimiento.

11. Aprovechando la caseta de la piscina

Esta propuesta es otra opción para obtener un espacio de ducha con privacidad.

Se trata de una ducha sencilla colocada en la caseta donde están las bombas de la piscina, el cloro y demás. Es una propuesta discreta y funcional de lo más apetecible. Un uso auxiliar en un lugar que quizás no teníamos en mente.

12. En una pared aparte

Si antes hablábamos de integrarla en la caseta, ahora proponemos que tenga su propia pared aparte. Una pared que sostenga la ducha, como en esta imagen, puede ser una alternativa muy bonita que aporta volumen al jardín. ¡Es preciosa!

Otra sugerencia es que busques la pared en la que más da el sol y que instales una ducha solar.

13. Privacidad al 100%

Una idea más para tener una zona de ducha completamente privada y muy cercana a la piscina. Realizada en piedra de diferentes tamaños, tipos y colores, se crea un semicírculo contra el muro decorativo en el que resguardarnos del aire, pero también de miradas indiscretas…

14. En el interior

Cuando la piscina está resguardada o es totalmente cubierta, lo mejor es que la ducha esté también en esta zona. Este tipo de zonas son perfectas para ciudades con un clima más frío.

15. ¡Ducha portátil!

¿Habías visto este modelo de ducha alguna vez? Si no tienes piscina y quieres algo con lo que refrescarte, si no te apetece ponerte a instalar una ducha en tu jardín… ¡usa una ducha portátil como esta! Sólo hace falta que tengas una manguera para colocarla en la base de esta ducha y listo. Ya tienes una ducha para refrescarte o quitarte el cloro de la piel en los días más calurosos del verano. 

Existe una gran diversidad de modelos de duchas portátiles, incluso unas muy sencillas que se pueden montar y desmontar con facilidad cada año antes de la temporada de verano, o si quieres llevarlas de camping. Si apuestas por la sencillez y la practicidad, esta es la mejor solución.

16. En una caseta tropical… ¡como en un spa!

Cerramos este libro de ideas con una de las propuestas más lujosas y bonitas de todas: la de colocar la ducha en el interior de una caseta de madera como la de esta imagen. Si además pones dentro una sauna o un baño turco… tendrás tu propio spa en casa. 

Para una consulta más personalizada, consulta a cualquiera de nuestros expertos en piscinas y spa. 

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