Fachadas con ladrillo

Valentina Caradonna Valentina Caradonna
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El ladrillo es un material muy antiguo, ha sido utilizado en la construcción por más de 10.000 años. Los primeros en utilizarlo lo hicieron por ser el único material que tenían accesible, no tenían mucha madera o piedra, por lo que el uso del ladrillo fue uno de los más populares. Al principio los ladrillos eran cocidos al sol y tenían otras dimensiones que han ido cambiando en el tiempo y se han ido adaptando a las necesidades modernas. 

Existen diversos tipos de ladrillo, perforados, macizos, huecos, refractarios, ladrillo caravista, etc. Los más utilizados en las fachadas suelen ser los ladrillos macizos y los caravista por su imagen más nítida y mejor acabada.

Dos funciones del ladrillo

El ladrillo trabaja muy bien en fachadas pues cumple con dos funciones a la vez, la primera es estructural, se pueden levantar paredes auto portantes con el ladrillo sin ningún tipo de estructura secundaria, siempre y cuando se respete una altura máxima. La segunda función es estética. El ladrillo tiene una gran imagen y no es necesario revestirlo con otro acabado para darle una terminación estéticamente agradable.

Colocación del ladrillo

Las formas de colocar el ladrillo pueden ser diversas, por lo general se coloca trabado de manera que el espesor de la pared sea del mismo grueso que la pieza de ladrillo. Este tipo de colocación no sirve para soportar otro tipo de cargas sino solo soporta su propio peso. En el caso de los arcos la colocación debe ser diversa para soportar la compresión, por lo general las piezas deben ser cortadas de forma especial para poder generar el arco auto portante.

Combinar el ladrillo

Combinar el ladrillo con otros materiales puede darle a una fachada un estilo más moderno En este caso la mezcla entre el ladrillo y el concreto, aplicado en ciertos elementos, puede verse muy bien y darle un equilibrio a la fachada. El ladrillo puede ser utilizado en conjunto con paredes blancas o madera, siempre dependiendo del estilo que se quiere lograr y la imagen que se quiere proyectar. 

Fabricación del ladrillo

En la actualidad la fabricación del ladrillo ha sido estandarizada, se comienza por la elección del material arcilloso, un material compuesto por sílice, alúmina, agua y algunas cantidades de hierro y materiales alcalinos. La arcilla se vuelve plástica con el agua y puede ser moldeada con facilidad, luego es cocida, endureciendo y obteniendo una estructura bastante sólida.

Un caso ideal

Flavio Burredo Arquitectura ha desarrollado esta casa utilizando el ladrillo como material principal para elaborar la estructura de las fachadas. La mezcla con la piedra natural y la madera logran darle al todo una imagen bastante tradicional que va a corte con el contexto que es bastante campestre. Esta utilización del ladrillo es muy acertada.  

El color del ladrillo

El color del ladrillo es variable y depende claramente del tipo de arcilla que ha sido seleccionada para su elaboración. Existen ladrillos muy rojos y otros más naranja. Todo dependerá del origen de la arcilla. Al combinar ladrillos con otros materiales debemos tener en cuenta esta consideración, pues los ladrillos más naranja son un poco más difíciles de combinar. 

Iluminar el ladrillo

La iluminación de las fachadas de ladrillos es también muy importante para lograr resaltar el material. Las luces amarillas combinan mejor con el rojo de los ladrillos, dandole más calidez a los espacios y propuestas. El ladrillo es un material rústico, iluminarlo correctamente realzará por completo su textura y formas irregulares, lo cual es muy apropiado para este tipo de arquitectura.

Estas 7 muestras son un compendio que confirma la belleza que existe en la utilización de este material. Para otras ideas, revisa este artículo.

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