Para los que sueñan con una habitación resplandeciente, plena de brillo y luminosidad, llegó la hora de hacerla realidad. Manos a la obra y ¡a brillar mi amor!
Si lo que buscamos es un dormitorio radiante debemos apuntar a incorporar tanta luz, claridad y brillo como nos sea posible; de piso a techo, desde los muebles a los textiles.
Allá vamos…
Cuando se trata de ventanas y luz natural podemos encontrarnos con ciertas limitaciones que muchas veces son imposibles de superar; pues bien, con la iluminación artificial no hay límites. El diseño y la tecnología están a nuestra disposición y el mercado nos ofrece todo tipo de lámparas y artefactos para hacer realidad cualquier proyecto.
Para reforzar el efecto resplandeciente que buscamos en la habitación conviene elegir cortinados claros, livianos, transparentes y vaporosos. Los géneros más recomendables serían gasas, tules, sedas y voiles.
Por supuesto, para una habitación radiante y luminosa, lo más apropiado es pintar el cielorraso de blanco, sobre todo cuando los techos son bajos.
Pero en la foto que elegimos para para cerrar este libro hay un plus: nos encantó el recurso de la cenefa iluminando el cielorraso. ¡Brillante!