7 consejos para conseguir un sofá tapizado duradero

José Manuel Peñalver Romero José Manuel Peñalver Romero
Una colorida temporada en Casasola Muebles, Casasola Decor Casasola Decor Modern living room
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Cuando elegimos un sofá son muchos los aspectos que hay que tener en cuenta antes de tomar la decisión definitiva: los materiales, el precio, la comodidad, los acabados y sobre todo el tapizado. Este último aspecto es el que vamos a abordar en el presente artículo. Las telas con las que cubrimos los sofás o las butacas dan personalidad a estos muebles y por extensión a toda la habitación. No es lo mismo tener un sofá tapizado con un viejo diseño a cuadros que con un colorido estampado, como no es igual tener unas butacas con tapizado étnico que con un dibujo infantil. El tapizado elegido es tan determinante que no afecta sólo al sofá, influye también en el impacto final de todo un salón. Así, si estamos dándole vueltas a la idea de darle un nuevo aire a nuestro salón, quizás sea suficiente con cambiar el tapizado de algunos muebles y ahorrarnos un gran desembolso de dinero. La pregunta es: ¿merece la pena invertir en tapizar la pieza o es ya bastante vieja? ¿Nos animamos a hacerlo nosotros mismos o encargamos el trabajo a un profesional? ¿Qué tipo de tela elegimos? ¿Con qué estampado? En homify queremos ayudarte a resolver estas dudas.

Elige las telas adecuadas

El catálogo donde elegir es tan amplio que, si no tenemos las cosas muy claras, podemos acabar volviéndonos locos. Lo mejor es empezar por el material con el que queremos forrar nuestros sillones o butacas. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es el uso que vamos a hacer de ese asiento. No es lo mismo una butaca para una entrada, que apenas vamos a usar, que un sillón orejero para el salón. En el primer caso podremos elegir una tela más delicada, mientras que en el segundo será más importante tener en cuenta la resistencia y facilidad en la limpieza. Lo ideal es tapizar los sillones con lona, lino grueso o telas sintéticas, ya que las telas de algodón muy finas se desgastarán rápidamente.

Las diferentes clases de telas

Elegir la tela únicamente por su color o diseño no es lo correcto. Previamente, es aconsejable informarse acerca de su composición. Cada tipo de tejido tiene particularidades que determinan su rendimiento y correcta aplicación. Las principales telas empleadas en tapizado son:

Brocado. Es el nombre que recibían los tejidos fabricados con hilos de metales preciosos (oro o plata), sustituidos en la actualidad por fibras sintéticas. Es muy resistente. De su confección se obtienen atractivos dibujos en relieve de diferentes colores. Chenilla. Lleva el nombra del tejido que la compone, formando una trama de hilos pequeños cortados que le otorgan aspecto aterciopelado. Puede ser de algodón, lana o lino, aunque lo habitual es la mezcla de fibras sintéticas y naturales para garantizar resistencia y pocas arrugas. Chintz. Puede ser grueso o fino, con una cara satinada con resina sintética para darle brillo, aunque éste se pierde con el lavado. Los hay de diversos materiales pero lo habitual es que esté tejido con algodón de hilado fino. Generalmente viene con motivos florales o de hojas. Corderoy. Tejido con bastones y canaletas, de pelo cortado. Los bastones pueden ser gruesos o finos. Cretona. Aunque originalmente estaba compuesta de un lino de hilos gruesos, hoy se denomina cretona a las telas inglesas de inspiración clásicas. Son muy resistentes y variadas en diseño. Damasco. Parecido al brocado, pero más fino y menos pesado por no tener relieve. Tejido de algodón o seda, con efecto brillante o mate obtenido mediante el ligamento. Se mezclan como máximo dos colores.

Tapizado en mohair

El mohair procede del pelo de la cabra de Angora y se trata de un tejido de calado fabricado con esta fibra textil. El mohair destaca por su brillo, limpieza y uniformidad de las fibras, además de por la casi total ausencia de impurezas. También por su suavidad y su brillo. Su textura es similar a la lana en su composición química, aunque presenta unas fibras mucho más delgadas y lisas. A la hora de tapizar, tiene la ventaja de ofrecer una amplia gama de colores y tonalidades.

Tapizado en ultrasuede

Ultrasuede es el nombre comercial para una tela de microfibra sintética inventada en 1970 por el científico japonés Dr. Miyoshi Okamoto. En Japón se vende bajo el nombre de marca Ecsaine. Es una ultra-microfibra, descrita a menudo como un sustituto artificial del cuero. Es una tela multifuncional que se utiliza para en la decoración de interiores y tapizado de sofás, y que también la encontramos en la moda, la tapicería de vehículos y otras aplicaciones industriales. Se trata pues de un material versátil, con el que se puede trabajar fácilmente y disponible en una amplia gama de colores y tonalidades.

Cuero envejecido

Se trata de uno de los materiales más utilizados tradicionalmente en el tapizado de sofás y sillones. A su favor cuenta con la elegancia y presencia de un material de piel natural, con una textura, e incluso un olor, muy característicos. En su contra, su delicadeza ante el paso del tiempo; si no se trata adecuadamente con productos hidratantes, tiende a cuartearse y agrietarse lo que acaba definitivamente con su vida decorativa.

La originalidad del vinilo

Para finalizar, uno de los materiales más de moda en la decoración. El vinilo no sólo está presente en paredes y suelos sino que también se sienta en los sofás y sillones con motivos y diseños muy atrevidos. La gran ventaja del vinilo es que puedes estampar en él cualquier imagen, fotografía o contenido, y dejara todos de una pieza con tu creatividad e imaginación. Si eres de esas personas que se atreven con todo, probablemente este sea tu tapizado ideal.

Distingue entre telas de interior y telas de exterior

Como hemos visto, las telas y tapices son un buen recurso para renovar muebles o lograr un estilo diferente en los ambientes de nuestra casa. El tapizado de un sofá puede ayudarnos a potenciar sus virtudes y disimular sus defectos. Además, es necesario poner especial atención a las propiedades de cada tela: por ejemplo, el algodón (en loneta, chenille o chintz) es muy resistente; en cambio, la seda (en damasco, gasa o acabado rústico) es elegante pero menos fuerte; la lana es una opción cálida y duradera, mientras que el lino, muy fresco y agradable en cortinas y tapizados, es un material más delicado.

Hace tiempo que se mantiene la tendencia de considerar el exterior como un ambiente más para decorar sin importar sus condiciones climáticas. Eso sí, se eligen cuidadosamente materiales que soporten los rigores de humedad y temperatura. En cuanto a las telas, las lonas acrílicas para reposeras, cuerinas y telas plásticas son sólo algunas de las opciones en el amplio menú de géneros sugeridos para espacios al aire libre.

Para inspirarte en otras ideas visita Sencillos pasos para tapizar tu sofá

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