¿Recuerdas esa escena de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, en que un maleficio hacía que los objetos se multiplicaran cada vez que lo tocaban? De repente, Harry y sus amigos se veían ahogados por multitudes de copas y armaduras que iban creciendo y creciendo en número.
Algo parecido suele sucedernos, cada pocos años, con aquella pequeña multitud de objetos que van invadiendo los rincones de la casa, y sin darnos cuenta, terminan ocupando para rincón libre que tengamos.
Es cierto que cada tanto conviene hacer limpieza, y emprender una tarea de regalar objetos, ir a ferias de trueque o vender en portales web a bajo precio.
Pero en ocasiones, todo se resuelve con un poco de organización, ordenando mejor los espacios, disponiendo de cajas y cajones, y buscando huecos en la casa donde se puedan guardar estos recuerdos, prendas de vestir y enseres de toda clase sin que sean una molestia.