Tu butaca: tuya y solo tuya

Armando Cerra Armando Cerra
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En una casa, poco a poco, cada mueble y cada espacio van adquiriendo un propietario en exclusiva. Y en el caso de las butacas, esa propiedad se convierte en algo sagrado. De hecho, no solo es por el uso cotidiano, sino que prácticamente desde el momento de la compra, esa butaca ya tiene propietario. La compras para ti. Para ver la tele desde ahí, leer un poco y para echarte tus imprescindibles siestas. Y ojo se siente nadie en tu presencia. Eso sí, puedes estar seguro que cuando no estás en casa, alguien hará uso de ella. Nadie es capaz de resistirse a la tentación de acomodarse en un buen butacón.

De lo colonial a lo mediterráneo

Pero si nos gusta la silla anterior y por lo tanto el mimbre, tal vez no lo tengamos que mover tanto si disponemos de este otro butacón del mismo material. Este es menos ligero y móvil, pero su comodidad es indudable. Él por si solo es capaz de vestir un jardín o un porche, dándole un toque mediterráneo, rural, colonial o elegante. Es decir, un sillón que puede ser lo que tú sueñes en él.

Cualquier sitio es bueno para una butaca

Las butacas no solo están en el cuarto de estar. En el dormitorio o en el vestíbulo pueden ser un mueble ideal. Pero si hay un sitio donde su carácter privado y comodón alcanza todo su esplendor es en un estudio. Para elegirla solo hay que basarse en dos criterios. Por supuesto, su comodidad pero también la personalidad que transmite. Ya que un estudio es una sala muy personal, aquí no se han de compartir gustos decorativos, así que hay que elegir la butaca que más te guste, aunque no cuadre mucho con el resto del mobiliario, es para que tú, y solamente tú, estés a gusto sentado en ella o contemplándola.

Sentarse con un estilo moderno

La casa murciana Belta Frajumar nos ofrece esta butaca de inspiración muy moderna. Es el modelo Look, un asiento cómodo y sobrio, basado en un diseño de líneas muy puras para combinar el acero de sus patas y la invitación a usarla que nos lanzan su asiento, su respaldo y sus brazos. En definitiva, una butaca apropiada tanto para nuestra vivienda como para un espacio de trabajo, donde puede ser el lugar de espera idóneo para nuestras visitas.

El descanso del guerrero

Esta butaca es absolutamente irresistible. Irradia comodidad y personalidad. Su aspecto clásico con el tapizado de piel, las patas de madera y las curvas de brazos y respaldo invitan a probarla. Sobre todo su larguísimo respaldo y los discretos orejeros que generan el imprescindible apoyo perpendicular para reposar hombros y cabeza. Todo en ella da idea de señorío y de comodidad. Sin duda, el mejor lugar para el descanso tras un jornada de duro trabajo.

Unos palets muy cómodos

En los últimos tiempos los funcionales y simples de palets para el transporte de mercancías se han convertido en una fuente de inspiración para el diseño de muebles y de interiores. Aquí los vemos reutilizados para crear un sillón peculiar. Todo basado en las líneas rectas y la combinación de dos materiales, la madera y el tapizado. El resultado es de lo más original, pese a la simplicidad de su forma.

Butacas comerciales

Dependiendo de qué tipo de negocios tengas, es muy posible que te sea necesaria una sala de espera para tus clientes. A quién llega a tu empresa le tienes que hacerse sentir bienvenido desde el primer momento, para eso lo ideal es proporcionarle una sensación de comodidad. Aquí vemos la silla Bi como excelente solución. Su diseño alegre irradia complicidad y por otra parte ese mismo diseño permite adaptar diferentes combinaciones para aprovechar al máximo el espacio de tu sala de espera, donde al recién llegado no le tendrás que decir “puede sentarse”. Ya se lo dicen estas butacas.

Más butacas para tu negocio

Otra solución de butaca comercial. Si en la anterior eran los ángulos rectos, las que daban todas sus posibilidades, aquí ocurre lo mismo pero con las formas curvas de cada butaca individual. A partir de ella se pueden ir sumando otras butacas, o pufs o mesitas auxiliares, hasta crear una hilera de comodidad y también con toques lúdicos que le aportan una atmósfera muy agradable a la sala y al recién llegado.

Butacón infantil

A veces relacionamos la idea de butaca con la de una persona mayor, sin embargo, todos deberíamos disfrutar de este mueble. Aquí con la idea de una butaca se ha creado un mueble para los más pequeños de la casa. Este si que es personal e intransferible, al menos hasta que llegue un hermanito o se ceda a algún primo más pequeño. Un lujo para el bebé y también un descanso para sus padres, ya que este asiento infantil está creado para que esté cómodo y también seguro.

La personalidad del asiento

Cada uno tenemos nuestra propia idea de la comodidad, y eso está estrechamente ligado a nuestro carácter. Por ello, la personalidad de una butaca, un sillón o una silla de trabajo tiene que cuadrar con su propietario. Hay tantas ideas al respecto como personas. Aquí vemos un buen ejemplo en este moderna y minimalista silla. La postura en la que se recuesta su usuario o la dureza de su asiento la convierte en un mueble no para pasar largas horas, pero si como pequeño refugio en el que tomarse un descanso y pararse a reflexionar.

Lo colonial siempre tiene su encanto

Un asiento con tejido de mimbre ¿habrá algo más colonial? El encanto de su material, el sabor artesanal de sus formas y la idea fresca que transmite hace que esta butaca sea un complemento ideal para un dormitorio. Y no solo para sentarse a vestirse o descalzarse, sino también para echar allí la ropa. Es algo que todos hacemos, pero en este caso nos tendremos que acostumbrar a guardarla en los armarios o cajones, ya que este asiento nos lo iremos llevando a las diferentes habitaciones o al jardín por el apego y la simpatía que el tendremos.

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