7 ventajas de tener un armario empotrado en casa

Isabel Rodríguez Isabel Rodríguez
Reforma integral Vivienda Zona Bernabeu, RDestudio RDestudio Bedroom
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Lejos de ser una tarea titánica, tener una casa organizada es mucho más sencillo de lo que cabría esperar. La dificultad radica, principalmente, en factores tales como el espacio o las consabidas costumbres que, en ocasiones, pueden jugar en nuestra contra. Sobre la segunda cuestión, no cabe atajo alguno. La clave está en cambiar de hábitos y tratar de establecer unas disciplinas encaminadas a mantener el orden en casa que pueden concretarse en pequeños gestos tales como limpiar los útiles de la cocina después de utilizarlos, ordenar el salón antes de irse a dormir o hacer la cama antes de emprender la peregrinación hacia el puesto de trabajo.

No obstante, en términos de espacio, el diseño y la decoración de interiores es una potente herramienta para conseguir optimizar al máximo cada rincón. En este escenario, tener un armario empotrado contribuye tanto al mantenimiento del status quo del hogar como a embellecer los ambientes añadiendo estilo y funcionalidad a todo tipo de estancias. Pero ¿qué hace perfecto un armario empotrado? ¡Aquí van algunas claves indispensables para conseguirlo!

¿Por qué elegir un armario empotrado?

Las soluciones de almacenamiento constituyen un capítulo de suma importancia dentro del diseño y la decoración de interiores, no en vano, el orden confiere a los espacios cierto halo acogedor que de otro modo resultaría difícil conseguir. El mercado ofrece multitud de alternativas que, con el tiempo y las modas, han ido abriéndose paso sin que ello suponga una merma en el papel que juega la fórmula tradicional del uso de un armario empotrado.

Al contrario que otras propuestas, tener un armario empotrado en la pared es una manera perfecta de optimizar al máximo el espacio. Su carácter inamovible es una ventaja respecto a otras soluciones que, con traslados o reubicaciones pueden verse dañados. Aunque el precio no es comparable al de piezas low cost, muy populares en los últimos tiempos, tampoco pueden equipararse en cuestiones como la durabilidad o exclusividad que permiten los armarios empotrados y, teniendo en cuenta las posibilidades de personalización que ofrecen, el presupuesto puede ajustarse a los requerimientos de cada uno.

​Soluciones a medida

En la práctica, este tipo de elementos no son otra cosa que un armario empotrado a la pared que, en muchas ocasiones, responde a la necesidad de aprovechar espacios con ciertas particularidades. Y es que, aunque pueden colocarse en multitud de escenarios, son especialmente útiles para contribuir a la organización del hogar sacando partido, por ejemplo, al espacio bajo la escalera, una habitación de techos inclinados o cualquier superficie que no tenga muy definido su uso.

​Funcionalidad

La versatilidad de los armarios empotrados y a medida hace de ellos un recurso muy atractivo en términos de organización. Sin embargo, dar con un diseño encaminado a satisfacer las necesidades particulares de cada uno ciertas atenciones. No es sólo que haya que elegir la ubicación, los materiales o los acabados, sino que hay que cuidar su interior.

Organizar el espacio que se esconde tras las puertas es fundamental para hacer de cualquier armario empotrado un recurso a la altura de las expectativas. Tanto es así que no pueden faltar baldas, cajones, barras o colgadores que garanticen una organización perfecta y, de paso, le den a su interior un encanto especial.

Contribución estética

Más allá de su funcionalidad, los armarios empotrados hacen una interesante contribución a la estética de las estancias. Una de las ventajas principales de optar por estas soluciones es que son susceptibles de añadir a su diseño una impronta personal. Ese carácter singular potencia su aportación al atractivo de cualquier habitación y, en manos de profesionales, las propuestas pueden ser auténticas obras de arte capaces de adaptarse a cualquier estilo.

Un armario empotrado blanco para un dormitorio minimalista, una pieza con puertas correderas tipo japonesas para una estancia de estilo asiático, una propuesta bajo la cama para completar la composición de la habitación de los niños con mucho encanto… El potencial de los armarios empotrados ¡es abrumador!

Armario empotrado con puertas correderas

Si pensamos en términos de optimización del espacio, elegir el sistema de apertura y cierre del armario empotrado en cuestión, es fundamental. Decantarse por una u otra opción dependerá, en buena medida, de la superficie disponible o la estancia en la que esté ubicado. Un armario empotrado con puertas correderas, por ejemplo, es perfecto para dormitorios pequeños o estancias tales como la entrada o el vestidor que, en líneas generales, no suelen contar con unas dimensiones demasiado generosas.

Por el contrario, las puertas abatibles se abren en un ángulo de 90 grados y, aunque ello supone un fácil acceso al interior, implica disponer de entre medio metro y 70 centímetros de espacio entre el propio armario empotrado y cualquier otro elemento para poder hacer uso del mismo sin soportar estrecheces.  Una solución intermedia son las puertas plegables que, en la práctica, cuentan con las ventajas de acceso de las abatibles y permiten aprovechar el espacio aunque, estéticamente, dejen poco margen a la creatividad.

Diseños personalizados

Como hemos visto, dentro de todo armario empotrado, uno de los elementos que mayor grado de personalización ofrece son las puertas. Al margen del sistema de apertura y cierre, la oferta de materiales es de lo más variopinta y su superficie puede ofrecer multitud de acabados. Los vinilos, por ejemplo, son una opción económica a la hora de decorar las puertas aunque también pueden emplearse papel pintado, colores e, incluso textiles. La mezcla de materiales abre un universo de posibilidades capaces de adaptarse a todo tipo de estilos.

Además, también puede completarse el atractivo de la pieza en cuestión con otro tipo de elementos. Un armario empotrado con espejo puede ser el recurso más apropiado para trasladar una mayor sensación de amplitud visual a la estancia que ocupe aunque, en este caso, la pieza puede colocarse tanto en el exterior como en el interior de la puerta si se trata de un sistema abatible. En vestidores con armarios empotrados integrados una tendencia habitual es dejar el interior a la vista aunque tampoco faltan ejemplos de cerramientos ligeros a base de cortinas.

Armarios empotrados, también en el baño

En el ideario del común de los mortales, la estancia por excelencia para contar con un armario empotrado es el dormitorio pero, en la práctica, su presencia está más que justificada en otros escenarios. Si las soluciones a medida hacen de ellos un recurso a tener en cuenta a la hora de aprovechar rincones y espacios imposibles, no es menos cierto que otro de los lugares en los que habitualmente los encontramos es en la estancia reservada al cuidado y la higiene personal. Colocar un armario empotrado en el baño resulta muy práctico y, dada su versatilidad, es posible adaptarlo a cualquier estilo y tamaño.

Sea como fuere, existe un armario empotrado perfecto para cada estancia de la casa y es que, cuando el talento de los profesionales se pone al servicio de resolver las necesidades de organización, los resultados pueden ser sorprendentes. ¡Vive la inspiración! 7 armarios pequeños para casas con poco espacio.

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