Jardines sin mantenimiento, ¿es posible?

Mariana Belisario Blaksley Mariana Belisario Blaksley
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Un espacio exterior en casa siempre es una oportunidad maravillosa, no sólo por ese área en sí, sino también por lo agradable que es contemplar un lindo patio, jardín o terraza desde las ventanas, así que hasta los ambientes interiores se benefician.

Claro que, si bien a casi todo el mundo le encantan los jardines, son muy pocos los que tienen los conocimientos, el tiempo y la habilidad para dedicárselos al jardín. Entonces, ¿qué hacer cuando queremos tener ese rincón al aire libre donde poder desconectarnos y disfrutar del sol y la naturaleza, sin que termine convirtiéndose en otra obligación más? 
No hay que desesperarse, la solución es un jardín de bajo mantenimiento.

Aclaremos primero que no existe un jardín sin mantenimiento. Siempre algún mínimo esfuerzo nos va a requerir, sobretodo al principio.  Lo que sí sería conveniente, es consultar con arquitectos paisajistas la forma de diseñar un jardín que nos consuma poco tiempo y no nos dé mucho trabajo.

Conjugando elementos decorativos orgánicos pero no naturales, una vegetación que si no es de la región, se adapte perfectamente al clima y las condiciones meteorológicas y con muebles que acompañen, es posible crear un espacio lleno de encanto, donde podamos disfrutar del buen tiempo cada vez que nos haga falta. 

¿Qué es un jardín de bajo mantenimiento?

Un jardín de bajo mantenimiento es aquel que no requiere de cuidados diarios. Si se diseñan con ingenio, el cuidado podría reducirse incluso a unos minutos un par de veces al mes.

Uno de los elementos comunes que tienen los jardines de bajo mantenimiento es la ausencia de pasto. El pasto requiere riego diario y además hay que cortarlo con regularidad. La vegetación de los jardines de bajo mantenimiento no requiere agua a diario, ni poda, ni abono frecuente. La mejor opción son las plantas perennes, suculentas, cactus y todas esas especies que se ven sensacionales y necesitan poquísima atención. 

Tipos de jardines sin mantenimiento

Un jardín de bajo mantenimiento en ningún modo es sinónimo de un jardín aburrido. Por el contrario, es la oportunidad de contrarrestar con mucho diseño y un buen concepto, la falta de pasto y frondosa vegetación. 

Podemos optar por jardines modernos, con mucho concreto, mobiliario y adornos que le den un tema al espacio. Otra opción es un jardín japonés, con su encanto oriental, cosa que podemos hacer con arena, algunas piedras o esculturas y algún que otro arbusto. También están los jardines minimalistas, con blancas paredes y líneas puras, que se ven fabulosos en casas de este estilo. Los jardines de piedra son otra opción muy canchera, así como los de cactus, pinos u otras plantas resistentes y rendidoras. 

Finalmente, los jardines verticales están de última y son la opción a elegir cuando el espacio exterior es muy limitado.

¿Cuál es el mejor estilo para un jardín de bajo mantenimiento?

Los jardines más fáciles de mantener con los que tienen menos elementos. Así que los jardines minimalistas o modernos, requerirán muy pocos cuidados. Lo importante, eso sí, es que no falten elementos que le sumen carácter y encanto. 

Para sustituir el pasto, se ve muy bien la gravilla, que puede ser blanca para un acabado más minimalista o en diferentes tonalidades de grises, crema o beiges. Un toque de color hace maravillas y compensa la falta de flores y follaje. Para crear caminos podemos optar por losas de piedra o tablones de madera. 

No sólo son los jardines modernos y minimalistas los más fáciles de mantener, sino que también son los más fáciles de diseñar y ejecutar, suponiendo un gasto mínimo. Si quisiéramos agregar otros elementos como un deck de madera, por ejemplo, el presupuesto se incrementaría significativamente. 

¿Cómo elegir las plantas?

Las plantas se eligen en virtud de los cuidados que necesitarán. Las plantas perennes, que no cambian de hoja, son ideales no sólo porque suelen ser más resistentes que las plantas estacionales, sino porque además al no perder hojas, nos ahorramos el trabajo de barrerlas, que forma parte del mantenimiento del jardín. Estas plantas o necesitan poca agua, o almacenan mucha de una sola vez, haciendo que el riego se convierta en un cuidado muy eventual o que no haga falta en absoluto, quedando librados a los designios de las lluvias. Son plantas de este tipo los pinos o abetos, los cactus o las suculentas, entre otras. 

Un factor muy importante, eso sí, es informarnos en el vivero si son plantas que puedan estar todo el tiempo al sol o si necesitan algunas horas de sombra. De acuerdo a esta información, distribuiremos las plantas en concordancia. 

Un buen consejo es el de estar atentos a las plantas que crecen silvestres, en zonas verdes o baldíos, ya que si estas especies prosperan sin ningún cuidado, sin duda florecerán en nuestro jardín, sin necesidad de tener que dedicarles demasiado tiempo. 

Otra opción muy efectiva, es la de enredaderas como enamorada del muro, Santa Rita o cualquier variedad de hiedra, que cubrirán las paredes con un manto natural maravilloso y que por lo general requieren muy pocos cuidados. Lo mejor de las plantas trepadoras es que nos ahorramos de tener que pintar las paredes, así que si tenemos que regarlas o abonarlas cada tanto, al menos nos estamos ahorrando el trabajo de tener las paredes impecables, que no es poco. 

Mobiliario de jardín

Los jardines con una exuberante vegetación pueden pasar con pocos muebles, ya que el foco es otro. Claro que en un jardín en el que la vegetación se limita al mínimo y no hay pasto, lo mejor que podemos hacer es mantener la esencia orgánica del espacio exterior usando materiales naturales, como la madera. Un deck de madera, especialmente si está hecho de alguna especie súper resistente como el bambú es un buen comienzo. 

Otro tanto podría decirse de los muebles, que se verán muy bien en madera o alguna fibra natural como el mimbre. Si decidiéramos en cambio optar por muebles de otro material, como plástico, aluminio o hierro, sería una buena idea pintarlos de verde o elegirlos en ese color. Si nuestros muebles de jardín requieren de algún tipo de almohadón u otro elemento que requiera de tapizado, podemos elegir motivos naturales, como hojas o flores. Las pérgolas son elementos de jardín muy prácticos, por proveer protección contra el sol y la lluvia y muy estéticos. Podemos plantar hiedra cerca de su base, para que se cubra de verde o directamente pintarla de ese color. Los muebles deben ser fuertes y resistentes, o el trabajo que nos ahorramos en la vegetación, lo invertiremos en el mantenimiento del mobiliario. 

Consejos para un jardín de bajo mantenimiento

Para un jardín que no requiera de nuestro tiempo o cuidados, podemos empezar por cubrir los de piedras de río, grava o arena. Estos sustitutos del pasto siguen siendo naturales y se ven muy bien. 

Otro consejo para que las plantas reciban agua, especialmente durante el verano es la de instalar regadores para riego automático. Una fuente o estanque es una adición al jardín que le otorga mucha belleza, no sólo desde el punto de vista visual, sino por la agradable de escuchar el sonido del agua. 

Jardines verticales

De interiores o exteriores, los jardines verticales son la opción a elegir cuando el espacio es muy reducido. Nuevamente la elección de las plantas es vital, pero si nos mantenemos dentro de los mismos lineamientos, podemos tener un jardín vertical que no nos robe tiempo ni nos cause desvelos. 

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