Una vivienda con sello balear

Pedro Munoz Pedro Munoz
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Todos sabemos que si buscásemos una vivienda que garantizara lujo y bienestar, Baleares sería una muy buena opción. El estudio de arquitectura Dom Arquitectura ha creado una residencia en Menorca que emana diseño y estilo. Ésta ha sido concebida en una superficie de 400 metros cuadrados frente al mar. Sus paredes blancas se integran con el entorno a la perfección, al mismo tiempo que el experto se ocupa de maximizar el aprovechamiento del espacio tanto dentro como fuera de la casa. A pesar de sus formas simples, la concepción interior de sus espacios, las secciones en las que se divide y los elementos secundarios (como las plantas, árboles, el camino o el agua) materializan una creación que se define, sin duda, por la armonía conseguida. 

La importancia del exterior

Dom Arquitectura ha considerado todos los aspectos de la casa. El exterior de la casa es uno de los espacios que mayor cualidad de vida nos ha de aportar. Por eso, la casa se orienta hacia nuestro entorno exterior, donde la piscina y la superficie colindante nos garantizan momentos de bienestar y diversión. Con todo, el diseño de la sección exterior no se limita a su aprovechamiento durante el día; su sistema de iluminación nos permite asimismo sacarle el máximo partido también por la noche. ¿A quién no le gusta darse un chapuzón en las cálidas noches de verano?

Integración con el entorno

Baleares: blanco. Sin duda todos hacemos esa relación. Por eso, Pablo Serrano Elorduy diseña una casa que se integra a la perfección con el entorno de sol y mar que nos brinda Menorca. No sólo al optar por el color blanco, sino que, además, la disposición de pasillos de madera con sistema de iluminación nos permite acceder al entorno también por la noche de manera fácil. Observamos, también, que la vivienda cuenta con un diseño exquisito del jardín, que opta por una parte de césped, otra pavimentada y otra donde se han elegido plantas determinadas que se adecúan al entorno. Esto nos permite economizar al máximo el cuidado del jardín.

Privacidad ante el exterior

La pérgola en el exterior de la casa constituye la guinda del pastel. Por una parte, su ubicación hacia el mar nos aporta bienestar y comodidad. Por otra, la sucesión de paneles nos brinda una sensación de protección ante la inmensidad del mar y la fuerza del sol balear veraniego. Una forma gradual de diálogo entre los ámbitos interior y exterior de nuestra vivienda. La suavidad de la luz resultante crea un ambiente al que ninguno nos podríamos resistir. 

Diseño con seña de identidad

La simpleza y rectitud de los muros de la casa es lo primero que se nos transmite. Los muros blancos de piedra se adecúan al entorno balear a la perfección. Su combinación con la madera les da también un aspecto cálido. La guinda del pastel: el sistema de iluminación en la parte frontal, que nos invita a entrar en casa para disfrutar de un ambiente exclusivo.  

Con vistas al mar

La casa combina generosas superficies de madera con una lujosa piscina. Ambas se orientan hacia las aguas del Mediterráneo. ¿Acaso alguno diríamos que no a esta suculuenta propuesta?

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