El uso de contenedores para distintas propuestas edilicias crece día a día. Desde aulas para las escuelas hasta viviendas, pasando por alternativas para montar un minimarket de verdad bonito. Esta última opción es la que vemos acá. Se trata de una propuesta donde se aplica todo el diseño y la tecnología modernos, cuyo resultado habla por sí solo.
La practicidad de los contenedores o containers reciclados y adaptados para usos comerciales o de vivienda, reside en que pueden instalarse donde sea. Lo que conocemos en Argentina como carrito
donde se venden panchos o choris con mucho aderezo, tranquilamente puede resolverse con un contenedor reciclado. Eso sí, si querés algo tan monono como el de este artículo, vas a necesitar una inversión de aproximadamente 50 mil dólares. Pero ¿qué negocio se arma con esa cifra?
Los contenedores usados para el reciclaje ofrecen estructuras muy interesantes para su reaprovechamiento. El piso, el techo y las paredes ya están dadas de antemano, y poseen la resistencia suficiente para realizar aberturas a gusto y piacere, sin riesgos de desmoronamiento.
Al ser fácilmente transportables, estos contenedores pueden ponerse a punto en un sitio para luego ser llevados a su lugar de destino ya listos. Nótese la irregularidad de las ventanas realizadas en la chapa, así como el orificio para la ventilación o aire acondicionado.
Empezamos, en este punto, a apreciar en qué elementos se fue invirtiendo esa cifra estipulada en unos 50 mil dólares. Un buen sistema de aislantes garantiza un clima agradable en invierno y verano.
¿Qué tipo de revestimiento usar? Los paneles para cubrir el aislante pueden ser de yeso, de madera o de cemento, entre otras opciones. En este caso, se usó cemento. ¡A que vas visualizando una casa también!
Como podemos ir observando, el objetivo de este proyecto es ofrecer un bolichito impecable al los futuros clientes. No se trata sólo de renovar o reciclar el contenedor, se trata, además, de dejarlo perfecto.
Va cobrando vida. La pintura amarilla pone de relieve los detalles del contenedor. Es que, lo interesante, es que se note bien que se trata de un container reciclado.
Un decisión muy acertada la de hacer el frente del contenedor completamente vidriado. De otro modo, los techos bajos y el ambiente estrecho pueden provocar cierta sensación de encierro.
Varias cosas observamos en esta foto: el alero de madera y tejas, que embellece y da aplomo a todo el trabajo; la elección de la piedra para el entorno; y el buen diseño de colores y detalles que ofrece la obra.
El piso gris oscuro casi negro, contrasta de maravillas con las paredes y estanterías blancas. La iluminación es la propia de este tipo de negocios, donde la mercadería debe quedar perfectamente visible.
Por fin, encontramos al contenedor restaurado, pintado, protegido por aislantes y paneles estéticos, con electricidad y debidamente instalado en su destino. Si te interesa ver algo más de cerca este proyecto, podés hacer clic en el enlace.
También te recomendamos que veas esta sorprendente casa hecha de contenedores.