Cuando hablamos de casas de madera a todos se nos viene a la cabeza una imagen idílica de la cabaa de madera en estilo rústico en medio del bosque. La que hoy presentamos aquí no tiene, sin embargo, mucho que ver con esa idea estereotipada de lo que una auténtica casa de madera debe ser. Al contrario, esta vivienda alemana a orillas del mar Báltico destaca por su modernidad, elegancia y un diseño marcadamente minimalista.
La casa se construyó en una zona de viviendas, por lo que destacarse entre todas y conseguir al mismo tiempo una parcela de intimidad fue uno de los grandes retos que los arquitectos del estudio Möhring Architekten tuvieron en mente cuando diseñaron esta moderna casa de madera. Vamos a verla:
Cualquiera que haya visitado el norte de Europa tendrá en mente las tradicionales casas con tejado a dos aguas, adecuados para los meses más fríos, cuando la nieve cubre todos los edificios. Esta moderna casa de madera ha tomado el ejemplo de esos edificios tradicionales, modernizando el concepto y creando la fachada que contemplamos en la fotografía: tejado de zinc, revestimiento en madera y cerramientos de vidrio.
Uno de los elementos más llamativos de esta casa es la distribución de las ventanas. Observando la fachada frontal veíamos una casa de dos plantas donde solo la inferior, con una orientación sur, tenía ventanas. El truco se encuentra en los laterales, donde una hilera de ventanas ilumina el interior de la planta superior. De esta forma la orientación de la casa abarca los cuatro puntos cardinales.
La cara norte se muestra más introvertida. Apenas una ventana y una puerta acristalada conectan con el exterior. En esta fotografía, además, podemos percibir las diversas tonalidades de la madera, que le dan un carácter natural a la fachada de la casa.
Al entrar en la casa lo que nos recibe es un ambiente diáfano, luminoso y alegre. En la sala inferior todas las áreas se conectan entre sí: cocina, comedor y salón. Austero en adornos, la planta se presenta casi desnuda, apenas decorada con lo imprescindible. La escalera es la verdadera protagonista, dominando visualmente el espacio.
En uno de los rincones de esta planta baja completamente abierta nos encontramos con esta cocina. De línea minimalista, el blanco se convierte en el protagonista obligado del espacio. El suelo, en madera, rompe la frialdad de la que a veces parecen pecar los espacios más modernos. Aquí la madera de la mesa del comedor, así como el inmenso ventanal de la fachada sur, consiguen crear un espacio elegante, sobrio y al mismo tiempo acogedor.
Aquí vemos el salón, de diseño poco convencional, y aunque las ventanas de la fachada norte parecían pequeñas cuando las observábamos desde fuera, no producen el mismo efecto en el interior. Si bien es cierto que la luz fluye de norte a sur en la casa, ya que al tratarse de un diseño abierto no hay barreras. La chimenea se abre al resto de la casa, de tal forma que pueda disfrutarse desde el cómodo salón o sentados en la mesa del comedor.
Subiendo por la escalera, que como vemos está iluminada por un tragaluz, nos encontramos con la luminosa planta superior. La zona de la escalera sirve de distribuidor, ya que arriba, al contrario de lo que ocurría en la diáfana planta baja, todo está compartimentado, con varios dormitorios que tienen la intimidad necesaria para este tipo de habitaciones.
Como el resto de la casa, aquí también se ha optado por una decoración minimalista en blanco, aunque con ciertos toques de madera, como el mueble del lavabo. Detrás de este se abre una ducha, escondida tras una pared.
Desde aquí las vistas nos recuerdan que seguirmos en un área rural, aunque dentro de esta vivienda casi habíamos olvidado que nos encontrábamos en el interior de una auténtica, aunque moderna, casa de madera.
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