6 consejos para dormir bien cuando el calor aprieta

María Bausán María Bausán
Apartamento Jazz, Ametrica & Interior, S.L. Ametrica & Interior, S.L. Bathroom
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Cuando todos pensamos en verano, pocos nos acordamos de lo negativo. La playa, los helados, el sol, las vacaciones… las cosas buenas acuden a nuestra mente y por eso, cada año, cuando la primera ola de calor llega, a todos nos pilla desprevenidos y una de las quejas más habituales en la oficina es… ¡no se puede dormir con este calor! Es lo que conocemos como el insomnio de verano. Altas temperaturas, desajuste en los horarios y la alimentación, aumento de las siestas -más largas de lo recomendado- y el mayor número de horas luz vuelven un poco loco a Morfeo y hacen que dormir por la noche se convierta en misión imposible.

No podemos cambiar las temperaturas, pero sí podemos hacer todo lo posible por adaptar nuestro dormitorio al calor. ¿Cómo? Siguiendo algunos sencillos trucos que te relatamos a continuación.

1. Abierto por la noche

En esas noches en las que no se mueve ni una pizca de aire y hace tanto calor a la luz de la luna como a la del sol, es difícil pensar que al abrir las ventanas conseguiremos refrescar la habitación, pero lo cierto es que por inútil que te parezca, nunca está de más ventilar la habitación antes de irnos a dormir. Por un lado, purificarás y mejorarás el aire, lo que influirá en la calidad del sueño. Por otro, si abres ventanas enfrentadas se generará cierta corriente de aire y podrás bajar un poco la temperatura interior de tu casa. 

2. Cerrado a cal y canto durante el día

Y si por la noche merece la pena abrir las ventanas, durante el día no dejes que entre ni un rayito de luz. El sol es tu peor enemigo, así que protege tu casa de él como si esta fuera la guarida de Drácula. Cierra cortinas y persianas y si tienes toldo, no tengas reparo en desplegarlo. Eso sí, evita los colores oscuros, puesto que absorben el calor, subiendo los grados de temperatura de tu vivienda.

3. ¡Ojo al tejido de tus sábanas!

Evita cualquier tipo de sábanas sintéticas de poliéster o acrílicas, puesto que al no transpirar no solo te harán sudar más, también pueden llegar a irritar tu piel. Lo mejor es que te hagas con unas de seda o 100% algodón. Es un tejido difícil de planchar, pero mucho más fresco que la mezcla de algodón y poliéster. 

Por otro lado, la nuca es uno de los lugares por los que más transpiramos durante la noche, así que procura que tus almohadas también sean aptas para el verano. Sustituye las de gomaespuma por otras de tejidos naturales y si no aguantas más, toma soluciones drásticas como ¡meter la funda de la almohada en el congelador! La mantendrá fresquita el tiempo suficiente para que puedas conciliar el sueño.

4. ¿Ventiladores y aire acondicionado durante la noche?

Tanto si tienes ventiladores de techo como si eres de los que prefiere el aire acondicionado, no es muy recomendable dormir con el aparato puesto. Por un lado, el ruido puede perturbar tu sueño, por otro, hay que controlar bien la temperatura si no queremos acabar con uno de esos molestos resfriados de verano. Lo mejor es que una hora antes de dormir enciendas el ventilador o el aparato de aire acondicionado. Conseguirá refrescar el ambiente y te ayudará a dormir mejor.

5. Una ducha antes de meternos en la cama

Una ducha antes de irnos a dormir es recomendable en cualquier época del año, puesto que esta nos relaja y nos prepara para caer rendidos en la cama y descansar mejor. En verano, si esta ducha nos la damos con agua tibia, bajaremos nuestra temperatura corporal y sentiremos menos el asfixiante calor de la habitación. Eso sí, aunque te den ganas, evita que el agua esté muy fría, porque en ese caso tu cuerpo bombeará la sangre a toda velocidad, consiguiendo justo el efecto contrario: calentarte.

6. Controla los horarios

casa 10, J J Bedroom

En verano, nuestra rutina se descontrola. Nos acostamos más tarde, salimos más, comemos peor… Pues bien, todas estas cosas influyen en tu sueño. Trata de mantener los ritmos, evita las siestas muy largas, no te acuestes muy tarde y ¡aprovecha las mañanas! Solo así conseguirás que tu cuerpo llegue lo suficientemente cansado por la noche para que el calor no se convierta en un problema. 

Si necesitas más soluciones para sobrevivir a la ola de calor, te recomendamos que le eches un vistazo al artículo 5 consejos para evitar que el calor entre en casa.

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