Plantas de interior – Elige la iluminación más adecuada

Armando Cerra Armando Cerra
Vivienda en Benicassim. Valencia, Egue y Seta Egue y Seta Dining room
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Colocar un gran maceta con una planta esplendorosa en nuestro salón o en el vestíbulo es una de las mejores formas de darle vida y color a nuestra vivienda. Sin embargo, no hemos colocado algo inerte, un objeto decorativo al que solo hay que quitarle el polvo de vez en cuando. NO. Hemos puesto un ser vivo, y debemos proporcionarle su alimento para que siga vivo. Y ¿cómo se nutre una planta de interior? Igual que las de exterior. Se alimenta con los nutrientes y el sustrato que añadamos a la tierra donde está plantada, también se mantiene gracias al agua con que la reguemos, y por supuesto se alimenta de luz.

Pero claro, aquí tiene que ser luz artificial. Es posible que se mantengan solo con ese tipo de luz, si bien es necesario conocer las diferentes variedades que hay en el mercado. Aquí os presentamos las más habituales.

Una iluminación artificial adecuada

Además de los tipos de luz, o sea de lámparas, que tenéis a vuestra disposición en almacenes especializados, hay que tener en cuenta alguna otra consideración. Sobre todo es muy importante la disposición de las lámparas respecto a la planta.

Por regla general, su ubicación ha de ser cenital, tan cerca como sea necesario para que la aproveche toda, y tan lejos como para no dañarla. Algo que varía según el momento del año y cuyas especificidades deben casi tratarse especie por especie, por lo que se hace necesario preguntar en los viveros donde nos proporcionen nuestras plantas. Y ya que preguntáis, informaros sobre cuanto tiempo de insolación (luz) necesitan en cada periodo de su desarrollo, para así poder programar el indispensable sistema de encendido y apagado automático. Solo así podréis empezar a soñar con unas plantas de interior que puedan competir con las de la terraza o del jardín exterior.

La iluminación incandescente

Este tipo de luz no es otra cosa que las bombillas de toda la vida, un tipo de lámparas que proporciona luz roja e infrarroja. 

La hemos puesto en primer lugar, pero ello se debe a que son las más tradicionales. Sin embargo, se puede asegurar que no es el mejor sistema por varios motivos. En primer lugar, porque consumen bastante electricidad, lo que acabaréis notando la factura mensual. Además desprenden mucho calor, por lo que si no está bien calculada la distancia a la planta, pueden llegar a abrasarla. 

La única ventaja es que son los elementos más baratos. Eso sí, si optas por ellos, hazlo con focos, ya que concentran más el haz de luz gracias a sus efectos reflectores.

La iluminación con lámparas fluorescentes

Este tipo de lámparas con una variedad dentro de la iluminación a partir del vapor de mercurio, si bien en los fluorescentes, este gas está a más baja presión.

Una de sus ventajas es que hay numerosos modelos para disponer por ejemplo de luz roja, azul y otras.

La iluminación mediante este tipo de lámparas fluorescentes es especialmente indicada para las plantas en sus momentos de crecimiento. Es más, cuando más efectivas se muestran es en los primeros fases de vida, incluso al enraizar los esquejes.

Sin embargo, para plantas que no son de floración e incluso de porte arbóreo, como sería el caso de la planta que vemos en esta construcción de 21Arquitectos, también se pueden usar, ya que es sistema muy económico, aunque hay que disponer de un espacio abundante, como en la foto, dado el tamaño de las lámparas.

La iluminación con el vapor de sodio

Las lámparas de vapor de sodio a alta presión, técnicamente también son conocidas como del tipo HPS. El vapor a alta presión que hay en su tubo emite una luz amarilla y anaranjada. No es una luz excesivamente potente,  y sin embargo posee todos los espectros necesarios, tanto para el crecimiento como para la floración de las plantas de interior.

Sin duda alguna, es el mejor tipo de iluminación para este tipo de cultivos, la herramienta más eficaz para que un pequeño jardín forme parte, se integre, en la vivienda.

No obstante, ya te avisamos que también son las más caras. Si te lo puedes permitir, tus plantas te lo agradecerán, y la inversión inicial luego se ve compensada con su eficiencia en el consumo.

La iluminación con neón

Los neones en realidad son una variedad de los fluorescentes, pero obviamente cambiando el gas, lo cual a su vez permite una mayor gama de colores. De manera que las lámparas de neón pueden ser útiles a lo largo de todo el ciclo de vida de una planta.

Para la fase de crecimiento usaríamos las de colores fríos, con predominio del blanco azulado. Mientras que para la floración se pueden recurrir a los neones de tonos cálidos del dominio rojo y naranja.

Una de sus ventajas es que emiten poco calor, por lo que pueden colocarse muy cerca de las plantas, con el ahorro en espacio que eso puede llegar a suponer.

La iluminación LED

Como en cualquier otro aspecto la iluminación LED tiene como ventaja el ahorro energético que supone, con prestaciones idénticas a otros sistemas. Lógicamente esta tecnología ha experimentado un auge tremendo en los últimos años y no para de investigarse con ella, y desde luego también se ha visto como puede ser aprovechable como método de insolación para las plantas y cultivos de interior.

Gracias a eso se han generado focos LED que pueden manipular el espectro de luz, para adecuarla al momento de desarrollo de la planta. A lo que se suma que no emiten calor, consumen cinco veces menos energía y la lámparas duran mucho más.

En definitiva, el futuro de la iluminación en nuestras casas es la tecnología LED y claro, eso también será aplicable para nuestras plantas de interior.

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